
Es normal no contar todo ni a la primera todo lo que nos pasa por dentro, todo lo que nos mueve. Existen personas que tienen más facilidad para abrirse más rápido y otras que necesitan más tiempo, y está bien. Aparte hay temas más delicados para cada una de nosotras, vivencias difíciles, traumas..por lo tanto es totalmente normal protegernos y contarlas de a poco y al ritmo que nos acomode. Lo más importante es que contemos las cosas cuando nos sintamos cómodas y cuando creemos que es el momento. Hay varios motivos que influyen en que no contemos las cosas: miedo a ser juzgadas, sentirnos presionadas por nosotras “tengo que contar x”, vergüenza, experiencias desagradables vividas en terapias anteriores…
Necesitamos conocer a la psicóloga antes de abrirnos, por este motivo lo más habitual es ir tomando confianza de a poco, para sentir que la terapia es un espacio seguro. A medida que avanzan las sesiones de terapia se va forjando lo que llamamos vínculo terapéutico; que es la base sobre la que se establece la terapia. El ir forjando el vínculo terapéutico facilita el ir abriéndonos e ir trabajando de a poco todo aquello que nos remueve y lleva a consulta, siempre con el acompañamiento respetuoso y sensible de nuestra psicóloga.
¿Cómo te sientes respecto a este tema? ¿Te ha pasado alguna vez que prefieras no contar algo?